domingo, 31 de julio de 2011


No hay en mi vida nada que no cambiaría. Quizás alguna persona, a mi perra y cosas materiales. Per no me lo pensaría si me ofrecieran volver a los 14 o 15, los años en los que todo empiez a a decidirse. No sé si preferiría recordar o no, por evitar los momentos inútiles de nostalgia. De todas fromas, si decidiera no recordar, seguramente vivirí con esa sensación de echar en fala algo sin saber qué es, saber que hay una vida que me pertenece (o pertenecía) pero no es la que estoy viviendo. Pero, ¿acaso no vivo ya día a día con esa sensación?

domingo, 24 de julio de 2011

" El deseo profundo, el deseo más real es aquel de acercarse a alguien. A partir de ahí, comienzan las reacciones, el hombre y la mujer entran en juego, pero lo que sucede antes, la atracción que los unió, es imposible de explicar. Es el deseo intacto, en estado puro.
Cuando el deseo todavía está en ese estado puro, hombre y mujer se apasionan por la vida, viven cada momento con veneración y, conscientemente, esperan siempre el momento adecuado para celebrar la siguiente bendición.
Así, las personas no tienen prisa, no precipitan los acontecimientos con acciones inconscientes. Saben que lo inevitable se manifestará, que lo verdadero siempre encuentra una manera de mostrarse. Cuando llega el momento, no dudan, no pierden una oportunidad, no dejan pasar ningún momento mágico porque respetan la importancia de cada segundo. "


Paulo Cohelo "Once minutos"

martes, 19 de julio de 2011


- No dejes nunca que sepan lo que piensas
- ¿Por qué no?
- Es una forma de protegerte, evitarás que te hagan daño
- Podré soportar que otros me hagan daño, pero no podría soportar ser yo quien me lo hiciera.